El proyecto busca fusionar elegancia atemporal con funcionalidad, creando un ambiente cálido, masculino y sumamente acogedor.
El diseño interior destaca por una paleta de tonos neutros y materiales naturales como piedra, madera y mármol, que aportan textura y profundidad al espacio.
La integración de áreas sociales —comedor, cocina y sala— en un mismo ambiente abierto permite una convivencia fluida para los invitados.
Elementos decorativos cuidadosamente seleccionados, como la iluminación colgante sobre el comedor, las esculturas murales y el arte texturizado, aportan carácter y una sensación curada al detalle.